El principal objetivo de las passivhaus, o casas pasivas, es que las construcciones consuman la mínima energía necesaria, lo que supone un beneficio tanto para el medio ambiente como para la economía. Asimismo, estas viviendas son beneficiosas para la salud de sus habitantes, pues los factores que tiene en cuenta durante su construcción (y para su posterior uso) aportan un mayor bienestar. Sin embargo, para ser consideradas como casas pasivas, han de obtener el certificado Passivhaus, el cual está sujeto a unos requisitos, los cuales veremos a continuación.
Los requisitos del certificado Passivhaus
Los principales criterios para que una vivienda obtenga la certificación Passivhaus son:
- La demanda de energía para la calefacción ha de ser igual o inferior a 15 kWh/m²a.
- Para la refrigeración ha de ser igual o inferior a 15 kWh/m²a.
- En energía primaria (calefacción, refrigeración, electricidad y agua caliente) ha de ser igual o inferior a 120 kWh/m²a.
- La hermeticidad ha de ser igual o inferior a 0,6 renovaciones de aire por ahora (valor con un diferencial de presión de 50 Pa).
Para certificar un edificio como casa pasiva es necesario ponerse en contacto con técnico Passivhaus. Este verificará que se cumplen con los requisitos durante las fases de proyecto y de obra. También se encargará de enviar la documentación para la certificación.
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Los beneficios para la salud de las casas pasivas
Cuando hablamos del certificado Passivhaus, además de unos requisitos básicos de eficiencia energética, tiene que ver con que la construcción implica unos beneficios para la salud:
- Uso de materiales no tóxicos: en las passivhaus se trabaja con materiales naturales, vegetales y biodegradables. Por lo que no cuentan con materiales tóxicos perjudiciales para la salud. Con la utilización de dichos materiales, las casas pasivas son viviendas ecológicas, sostenibles y eficientes.
- Ni humedades ni moho: el hecho de trabajar con materiales no tóxicos y con un tratamiento de la madera específico. Junto con el tipo de construcción, hace de las casas pasivas sean unos espacios herméticos, libres de humedades y moho
- Sistemas de ventilación y renovación de aire: las passivhaus utilizan un sistema de ventilación y renovación de aire que extrae el aire viciado de las viviendas e introduce aire limpio. Purifica el aire que entra mediante un filtro y lo convierte en libre de partículas perjudiciales, polen y contaminación.
- Mejor salud y estado anímico: la adecuada orientación permite aprovechar en su máximo grado tanto las horas de luz como las de calor. El conjunto de estos factores repercuten positivamente en el estado de ánimo de sus habitantes. Asimismo, la salud mental mejora al disponer de más horas de luz y calor y hace que disminuyan las migrañas o el estrés.
En definitiva, una casa pasiva aporta a sus habitantes un estado de bienestar natural. Y es que la orientación, la temperatura y la renovación del aire generan una atmósfera idónea para su habitabilidad. Además, la utilización de materiales no tóxicos y la inexistencia de humedad y moho conforman el pack de beneficios positivos para la salud de las personas que eligen vivir en una passivhaus. Claro que para ser considerada una casa pasiva ha de cumplir con los requisitos del certificado Passivhaus.
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