¿Aislamiento de celulosa? Es un tipo de aislante térmico que tiene su origen en el reciclaje de papel. Si notas que tu hogar no te cuida como te mereces, te interesa conocer a fondo sus características y ventajas.
¿Cómo se obtiene el aislamiento de celulosa?
Podríamos decir aislamiento de celulosa o aislamiento amigable, porque se elabora a partir de papel de periódico triturado que se mezcla con sales de boro. Esto permite que sea ignífugo, insecticida y fungicida.
- Primero se retiran los elementos metálicos como grapas.
- Luego se corta el papel en tiras.
- A continuación, se aplican las partículas del aditivo.
- El siguiente paso será desmenuzar el papel.
- Por último, se mezcla con aglutinantes y se compacta.
El proceso demanda mucha menor energía que la fabricación de otros aislantes. Una vez finalizada su vida útil puede ser reciclado en las fábricas de celulosa.
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¿Cuáles son las propiedades de la celulosa como aislamiento?
Ofrece protección térmica, acústica, regula la humedad y controla la condensación.
Las sales de boro permiten que la celulosa disponga de otras características:
- Ignífuga: ni se inflama ni propaga el fuego.
- Insecticida: repele los insectos.
- Fungicida: evita la aparición de hongos.
Además, no genera humos tóxicos.
¿Qué beneficios aporta?
Emplear la celulosa como aislamiento en la construcción repercute favorablemente en varios ámbitos.
Medio ambiente
Es un aislamiento ecológico. Procede del reciclaje de papel de periódico, usa poca energía en su fabricación y se puede reciclar (no genera desechos).
Proceso constructivo
- Se amolda a cualquier hueco gracias a su densidad.
- De fácil instalación.
Económicos
- Es una materia prima asequible.
- Garantiza un correcto aislamiento térmico que minimiza el consumo de gas o electricidad.
- Reduce la aparición de humedades por condensación.
- Gran durabilidad sin perder rendimiento.
Salud
- Debido a su bajo coeficiente de conductividad térmica facilita una temperatura de confort todo el año (guarda energía en invierno, y no difunde el calor en verano).
- Es transpirable lo que favorece un ambiente interior agradable al permitir que la casa respire.
- Protege contra plagas y hongos.
- Sus componentes son inocuos.
Aislamiento de celulosa: ¿cómo se aplica en las construcciones?
Según las necesidades puedes encontrarte con soluciones diferentes.
Aislamiento de celulosa insuflado
Se realizan unas perforaciones en las cubiertas o tabiques. A través de ellas se usarán las mangueras de insuflado.
Se introduce el aislante por bombeo, mediante presión de aire, en las cámaras de aire cerradas. Tras el procedimiento quedará compactado, sin fisuras, de forma que aísla e imposibilita el paso del aire hacia el interior.
Por último, se cierran las aberturas.
Aislamiento de celulosa proyectado
En este caso, el aislamiento de celulosa no se emplea para rellenar espacios cerrados sino sobre muros, tabiques o cámaras de ventilación. Suele hacerse en obra nueva.
La celulosa se superpone, usando presión de aire y una baja cantidad de agua para humedecerla, directamente sobre la superficie a aislar. Crea una zona uniforme sin uniones, con todos los espacios cubiertos.
Aislamiento de celulosa soplado
La celulosa se reparte abundantemente sobre espacios abiertos, fundamentalmente, bajo cubierta o buhardillas.
El aislante se sopla con una manguera directamente sobre el sobretecho. Forma una superficie densa, continua, sin separaciones. Evita que haya pérdidas de calor o frío por el tejado.
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Comparativa de aislamientos convencionales
El aislamiento con celulosa reciclada no se encuentra entre los habituales de la construcción urbanística. En cambio, sí podrás ver alguno de la siguiente lista.
Aislantes sintéticos
- Poliuretano (PUR). Resultante de mezclar petróleo y azúcar. Tiene baja conductividad térmica, modera vibraciones y es inflamable.
- Poliestirenos. Extruido (XPS) y expandido (EPS). El primero es una espuma rígida (poliestireno y gas) densa, poco absorbente, resistente al agua (no pierde sus características si se moja) y de baja conductividad térmica. El segundo es un material plástico ligero que no se pudre, resiste a la humedad y con baja conductividad térmica.
Lanas minerales
- Lana de roca. La roca de origen volcánico se funde a altas temperaturas, se fibra, se añaden aglomerantes orgánicos y aditivos para impermeabilizar, y, por último, se transforma. Aísla a nivel térmico y acústico.
- Lana de vidrio. Se funden arenas de sílice, carbonato de calcio y magnesio a altas temperaturas, se fibra, se aglutinan con resina y tratan.
Ambas son ignífugas, pero esta presenta mayor resistencia a la humedad y capacidad acústica.
Si tienes que elegir un aislamiento, mejor que sea sostenible
¿Aislamiento celulosa reciclada? ¿Y por qué no? Los aislamientos sintéticos y minerales no son biodegradables. Por ello generan un alto impacto ambiental. Mientras que los sostenibles, además de no producir deshechos, no son dañinos para tu salud.
Hay opciones respetuosas con el medio ambiente que no restan confort. Tienes el cáñamo, el corcho, el lino o la lana de oveja, por ejemplo. Todos son de origen natural, renovable, reciclable y sin sustancias perjudiciales. Hay otras alternativas, como la fibra de madera, que se obtiene del reciclaje de residuos madereros.
Todos ellos ofrecen una baja conductividad térmica, pero demandan menor energía para su fabricación, no contienen plásticos y algunos contribuyen a captar CO2 durante su crecimiento.
La celulosa, debido a sus propiedades aislantes y ventajas, es una de las alternativas para cuidar tu hogar, tu economía y tu salud de una forma más natural. Enfrente se sitúan las opciones convencionales. Tú eliges. Aislantes térmicos y acústicos, o aislantes térmicos y acústicos que, sin tóxicos, ni derivados del petróleo, sean saludables. ¡Consúltanos cualquier duda!
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